- 08 Ago 2008, 20:03
#103205
Una cosa buena de no tener vacaciones, es quedarse de rodríguez en casa, ya que
- se potencia la meditación trascendental y el ayuno voluntario.
- se contamina menos por el uso reducido o nulo de productos de limpieza y de aseo personal.
- se aprende a utilizar durante quince días, el mismo plato, el mismo vaso y el mismo cubierto (y sin necesidad de lavarlos, oiga).
- se comprueba lo superfluo de ciertas labores cotidianas que bien pueden hacerse una o dos veces al mes, según sigue: lavar la ropa, hacer camas, sacar la basura, lavarse los dientes, ducharse...
- se aumentan las relaciones sociales con esos vecinos tan serios que ya no lo son, incluyendo visitas a lugares donde todas las mujeres son hermosas y no hay necesidad de invitarlas a cenar o hacer regalitos.
- se mentaliza uno de que su consumo de alcohol durante el resto del año, resulta ínfimo, contrariamente a lo que dicen nuestras esposas.
- se adquieren fuertes conocimientos en macroeconomía cuando se ve que uno solito y en un día se puede fundir la paga de un mes.
- mejora el sentido de la vista y la sociabilidad con las mujeres, descubriendo que son hermosas hasta aquellas que pasaban desapercibidas el resto del año.
- se encuentra lo superfluo de ciertos lujos sociales como son la plancha, la cocina, la aspiradora, la escoba, el estropajo, la maquinilla de afeitar..., en definitiva, artilugios impuestos por los capitalistas.
- se recupera el cristianismo por la mejor vía, el arrepentimiento, al salir a la calle por la mañana temprano y recibir miradas inquisidoras de un vecindario vigilante de día y de noche.
- y lo más importante, se recupera toda la potencia sexual del adolescente, al volver la parienta, porque no ha habido descarga en todos los puñeteros quince días.
Salud colegas y ¡vivan los rodríguez!
"las cosas que no ha hecho Dios, llevan la mano de algún ingeniero por algún lado". JCas dixit.